martes, 16 de junio de 2020

UN MUNDO QUE CAMBIA -4 Parte1











Llegaron los años de la transición, aunque no gozáramos de la debida información sobre lo que verdaderamente estaba ocurriendo, pero, de alguna manera, fuimos conscientes de lo trascendente del momento. Se prestaba más atención a los telediarios para intentar entender hacia dónde se encaminaba el país de la mano de la democracia. Esa era la palabra clave. El desbarajuste social, en lo laboral, en lo económico y en lo político (o lo que parecía ser el laberinto de la política) se palpaba en las calles más céntricas de la ciudad: manifestaciones, huelgas, los furgones de los grises preparados para el combate, las filas del paro hasta doblar la esquina, carteles con las caras de diferentes candidatos políticos, cada uno con su eslogan y adornando toda la ciudad. A veces, todo parecía festivo, otras, podía ser aterrador, pero no había dudas de que el camino cambiaba bajo nuestros pies a pasos agigantados. Por fin, las primeras elecciones estaban a punto de celebrarse y los mayores de edad votarían a los candidatos y sus partidos políticos. Las personas de a pie llevaban su voto y sus dudas a las urnas. Yo, todavía no. Aquel día mi madre le comentó, tímidamente a mi padre, si se arreglaba para votar y mi padre dijo: cuando vuelva te lo diré. Y se marchó a tomar un café al bar de siempre. Era costumbre que el cabeza de familia tomase las decisiones en casa al menos cara a la galería y si, el mismo, tenía la cabeza encima de los hombros, bien. Pero si la tenía bajo el sobaco, las cosas se podían poner muy feas. Ella se arregló, esperó y al poco tiempo, mi padre volvió y se fueron los dos calle abajo a cumplir con su deber de ciudadanos.
Sigo leyendo “Un Mundo que Cambia” de César Vidal y es maravilloso descubrir cómo y cuándo se fue abriendo camino la democracia mucho antes de aquellas primeras elecciones del año 1977 en España.
Aquí os dejo, lo prometido es deuda, unos párrafos de la 1ª parte del capítulo 2, pues es bastante extenso e intenso, pero superinteresante. Disfrutadlo.




1ª parte
La democracia desapareció de Atenas y, de paso, desapareció del mundo” “Roma admiró a la brillante Grecia, pero no tuvo jamás la menor intención de imitar el sistema democrático”

En 1188, surgió en España — más concretamente en el reino de León — el primer foco parlamentario, gracias a la Carta Magna leonesa. Sin embargo, duró poco y no puede calificarse de democrático. Tampoco lo fue la posterior Magna Charta inglesa de 1215, que se limitaba a restringir el poder del monarca frente a los nobles”


Los siglos de la Edad Media fueron totalmente contrarios a una visión democrática” “A finales del siglo XV la necesidad de una reforma en el seno de la Iglesia católico-romana resultaba indiscutible para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad espiritual”

Muy lejos de parecerse al cristianismo primitivo, la Iglesia católico-romana era una mezcla de filosofía griega, derecho romano y espiritualidad pagana”

La finalidad de la Reforma era meramente espiritual y no tardó en centrarse en la afirmación de que la única fuente de revelación estaba en la Biblia, de que solo Cristo era salvador y mediador y de que la salvación no era fruto del mérito humano, sino de la gracia o favor inmerecido de Dios, un favor que solo podía ser recibido a través de la fe, pero jamás comprado o adquirido”

la recuperación del texto de la Biblia y de los valores insertos en él provocaron una verdadera revolución” “por el contrario, fueron rechazados e incluso perseguidos en la Europa católico-romana”

la labor de los reformadores como expositores de la Biblia iba a sentar las bases de la reaparición de la democracia moderna” “El primero de esos valores fue la recuperación de la tesis de que la ley es una e igual para todos”

En el curso de la Edad Media, la Iglesia católico-romana había triturado de manera sistemática y consciente semejante idea. La ley no solo no era una e igual para todos, sino que además contenía privilegios expresos para el papa, los obispos o los clérigos además de emperadores, reyes y nobles”

En el año 1538, el reformador francés Juan Calvino y algunos de sus colaboradores fueron expulsados de la ciudad de Ginebra por las autoridades” “Aquel momento fue aprovechado por el cardenal Sadoleto para enviar una carta a los poderes públicos de la ciudad instándoles a rechazar la Reforma”

Calvino redactó su respuesta al cardenal Sadoleto en tan solo seis días, y así nació un texto que se convirtió en un clásico de la Historia de la teología”

La cuestión que se planteaba era si el criterio que marcara la conducta debía estar definido por el sometimiento a la ley o, por el contrario, a la institución que establecía sin control superior lo que dice una ley a la que hay que someterse”


Para Calvino, era obvio que la ley — en este caso, la Biblia — tenía primacía y, por lo tanto, si una persona o institución se apartaba de ella carecía de legitimidad.
El cardenal Sadoleto, por el contrario, defendía que era la institución la que decidía cómo se aplicaba esa ley y que apartarse de la obediencia a la institución constituía un acto extraordinariamente grave”

La Reforma optó por la primera visión, mientras que en las naciones, como España, donde se afianzó la Contrarreforma se mantuvo un principio diferente, el que establecía no solo que todos no eran iguales ante la ley, sino que, por añadidura, había sectores sociales no sometidos a ella.
Se creaba — más bien se fortalecía — así una cultura de la excepción legal justificada”

Se trata más bien del hecho de que se aceptó sin discusión que sectores importantes de la población — fundamentalmente, la Iglesia católico-romana y la monarquía — no estuvieran sometidos al imperio de la ley. Por el contrario, en la Europa reformada, la ley quedó situada por encima de las personas y de las instituciones.”

De manera trágica, sin embargo, la primacía de la ley iba a quedar descartada de las naciones católico-romanas como España, Francia o, posteriormente, las repúblicas hispanoamericanas”

debe señalarse que las autoridades ginebrinas, dando muestra de una notable inteligencia, examinaron ambas posiciones, rechazaron la propuesta del cardenal Sadoleto y llamaron a Calvino para que regresara a Ginebra. Semejante decisión iba a resultar fecunda en consecuencias positivas”


La Reforma no solo trajo consigo la idea de la supremacía de la ley, sino el establecimiento de un sistema democrático como el concepto de servidor público y de poder limitado, la elección de magistrados o la separación de poderes” “instrumentos tan esenciales para la defensa de las libertades”

Ciertamente, la defensa de la supremacía de la ley, de la limitación del poder político y de la representatividad de los gobernantes implicaban pasos indispensables en el avance hacia la democracia”

Continuará...

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