domingo, 19 de septiembre de 2010

MI HUMILDE HOMENAJE PARA JOSÉ ANTONIO LABORDETA



MADRUGÓ

Madrugó el silencio, no quiso el sueño
negar su libertad.

No quiso la luna que el sol despertara,
ni la palabra ser viento.

Madrugó el amanecer, cayó la rama
y el árbol luce la herida.

No quiso el otoño mostrar su piel
de hojas secas sin color.

Se quebró el camino,
se quebraron los signos.
Queda la voz del poeta.

Labordeta… madrugó.

.........................................