sábado, 27 de diciembre de 2008

UNA CENA INOLVIDABLE

Nadie sabe nada, sólo se supone que se sabe. Pero nos gusta tanto suponer que sabemos, que en realidad nadie sabe nada. La verdad no existe. En realidad, la realidad tampoco existe. Sólo existe en su punto de conexión con la vida y dura menos que una milésima de segundo. En realidad sólo somos pensamiento y tampoco es real. ¿Qué es la realidad? Es la nada. ¿Dónde está la realidad? En la nada. ¿Qué es la nada? Un sueño colectivo. ¿Qué es un sueño? Un pensamiento irreal. ¿Qué es la irrealidad? Un pensamiento que no existe. ¿Qué es la verdad? Una fe increíble. ¿Qué es la muerte? La realidad más grande jamás contada. ¿Qué es la vida? Es el reloj de un escaparate con luces y sombras dónde todo lo que se vende está caducado. Todo es lo que no es. La nada es lo que es: Nada. Claro que la realidad, la vida, la muerte y la verdad casi siempre depende de la cifra que tenga cada cual en su cuenta corriente o ¿no?. Cómo me voy de este mundo, Dios mío.

Esto es lo único que sé: El Lambrusco es un vino que apenas tiene grados y está buenísimo. Gracias amigos y compañeros de la palabra escrita. Ha sido una cena inolvidable. Disculpad mis divagaciones, de vez en cuando, se me va la olla más allá de Camboya.

FELIZ 2009…tic…tac…tic…tac

1 comentario:

PHAROS dijo...

DIVINA CENA MARAVILLOSO LAMBRUSCO