Todos
sentimos alguna vez poca disposición para salir de las sabanas
cuando amanece y el día espera a que des el primer paso. Cuando era
niña algunos días no encontraba sentido al hecho de levantarme para
ir al colegio y mi madre siempre buscaba la manera de recordarme que
iba para aprender a defenderme mejor en la vida a la hora de elegir
un oficio, que leer, escribir y saber de cuentas me ayudaría
bastante. Siempre conseguía animarme con su fantástica visión de
lo que podría ser mi futuro laboral. A veces, la diferencia de
opiniones sobre el asunto vencía mi pereza y el primer paso ya
estaba en camino, aunque lo que me convencía de verdad era su
tranquilidad y seguridad a la hora de hablar de mi futuro.
Me
lamento mucho de no haber tenido ese tiempo para hablar con mis hijos
cuando ellos tenían esos días que hasta las sabanas pesan. Cuando
trabajas el reloj es tu enemigo más agobiante. El estrés y las
prisas acompañan cada acto del día y no deja espacio para mucho
más. La relación con tus hijos queda en frases cortas e imperativas
y cuando encuentras una ocasión para hablar con ellos sobre su
futuro ya no hay espacio para ilusionar a nadie y sólo queda esperar
que acaben sus estudios hasta el final para optar a un futuro mejor o
que busquen un empleo. Pero la realidad es una losa aplastante y, en
contra del sentido común, algunos de los jóvenes que abandonaban
los estudios y encontraron un puesto de trabajo estuvieron más
acertados que los que consiguieron acabar sus carreras, porque la
mayoría esperan juntos en la misma fila del desempleo. ¿Cómo
animarán hoy día los padres a sus hijos? ¿Qué les dirán sobre su
futuro? ¿Abrirán los ojos para ver la verdad cara a cara o sólo se
dejaran llevar por las aguas del río en un barco que dirigen otros
con el futuro de sus hijos como carga más relevante?
El
último libro de César Vidal “Un Mundo que Cambia” acaba de
salir a la venta en España y están trabajando para que no falten
ejemplares en las librerías, porque ya está agotado. Mientras
esperáis el vuestro, os dejo aquí algunos párrafos del capítulo 5
y deseo que encontréis en ellos, algunas respuestas a muchas de las
preguntas que todos nos hacemos como padres y como personas
pensantes:
“Thomas
Piketty
es un firme partidario de las tesis que defienden un
intervencionismo creciente del Estado” “Las tesis de Piketty
encajan perfectamente con la izquierda, pero han encontrado también
repercusión en fuerzas de derechas. En no escasa medida, son la
consumación de toda una trayectoria histórica que comenzó con sus
padres, y que continuó con el propio Piketty que enseñó en el
Instituto de Tecnología de Massachusetts (1993-1995)”
“Piketty
no ha tenido el menor éxito en cuanto a resultados de los políticos
a los que ha asesorado, pero se ha convertido en un icono de la
economía occidental. Basándose en la tesis de que la primera
finalidad de la democracia ha de ser acabar con la desigualdad,
Piketty sostiene que la meta se alcanzará privando a los ciudadanos
de su propiedad por vía impositiva para luego proceder a
distribuirla”
“Resulta,
sin embargo, discutible, primero, que la finalidad del Estado —
especialmente el democrático — sea lograr la igualdad de todos los
ciudadanos y que incluso determinados fines
que podríamos denominar sociales tengan que conseguirse mediante
impuestos crecientes y el despojo del fruto del
trabajo”
“La
realidad es que la batalla por la igualdad encierra una enorme
falacia, y es la de pensar que esa igualdad es el bien máximo cuando
la verdad es que no lo es. No solo eso. En realidad, constituye un
gran mal y una inmensa injusticia. Pensar que aquellos que más
trabajan, que tienen más talento, que se esfuerzan más, que más
sacrifican profesionalmente tienen que recibir la misma recompensa
que los holgazanes, los estúpidos o los carentes de preparación
constituye un atentado no solo contra la justicia, sino contra el
mismo sentido común. La justicia no es la igualdad, sino dar a cada
uno lo que se merece”
“Los
procesos revolucionarios en que tan pródigo fue el siglo
XIX, la creencia en una evolución de la Humanidad
supuestamente de carácter científico, la fe en las utopías y el
desasimiento de cualquier norma de carácter moral dieron lugar,
entre otros frutos, al nacimiento del socialismo. Su peso en el siglo
XX iba a ser extraordinario, y teniendo en cuenta que tan solo el
comunismo se tradujo en la muerte por represión o hambre de más de
cien millones de personas resulta difícil considerar que el balance
sea positivo”
“Marx
lo había anunciado punto por punto en su obra más leída: el
Manifiesto comunista. No deja
de
ser significativo que el socialismo fuera en el curso de pocos años
conectado casi de manera única con los nombres de Marx y Engels, y
es que, como nadie antes, ambos captaron y expresaron la esencia de
esa doctrina política”
“Según
relataría el mismo Engels, aquella teoría de Marx era, en
realidad, un “descubrimiento” que “iba a revolucionar
la ciencia de la historia.” En otras palabras, la concepción
de Marx era más un
hallazgo
científico que una elucubración filosófica. Precisamente, por
ello, pensaba Engels que en adelante no solo había que “razonar
científicamente” sus puntos de vistas, sino que además había
que hacer lo posible por “ganar al proletariado europeo”
a la nueva “doctrina”
“No
vamos a detenernos en un análisis pormenorizado del Manifiesto, pero
sí vamos a detenernos en algunas de las medidas que Marx y Engels
propugnaban para poder implantar la dictadura comunista. Tras una
primera parte de su exposición en la que indicaban que la lucha de
clases es inevitable y que el proletariado debe aniquilar a la
burguesía para liberarse, Marx introduce el tema del Partido
Comunista y su papel en este proceso histórico”
“La
meta, finalmente, del proletariado es, por lo tanto, hacerse con el
poder político y desde el mismo llevar a cabo “una violación
despótica del derecho de propiedad” que en los países más
avanzados se encarnarán en medidas muy concretas:
1.
Expropiación de la propiedad territorial y aplicación de la
renta a los gastos del estado. 2. Impuestos fuertemente
progresivos. 3. Abolición de la herencia. 4.
Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebeldes. 5.
Centralización del crédito en manos del Estado mediante un banco
nacional, en el que el Estado poseerá el capital y disfrutará de un
monopolio exclusivo. 6. Centralización en manos del
Estado de todos los medios de transporte. 7.
Multiplicación de las manufacturas nacionales y de los
instrumentos de producción, roturación de los terrenos sin cultivar
y mejora de las tierras cultivadas de acuerdo con un sistema general.
8. Trabajo obligatorio para todos, organización
de ejércitos industriales para la agricultura. 9.
Combinación del trabajo agrario e industrial, medidas cuya
finalidad sea la desaparición gradual de la diferenciación entre la
ciudad y el campo. 10. Educación pública y gratuita
de todos los niños, abolición del trabajo infantil en las fábricas
tal y como se practica hoy, combinación de la educación con la
producción material, etc”
“Ese
intervencionismo iría privando de su propiedad a los ciudadanos,
hurtándoles el derecho a educar a sus hijos,
erosionando la familia — a la que se ve como un enemigo que debe
ser destruido — y controlando la economía desde arriba. Resulta
enormemente interesante el ver que Marx y Engels no pensaban que esas
medidas se adoptaran tras la conquista del poder — como ha sucedido
en naciones como Rusia, China o Cuba —, sino, previamente, para
facilitar la conquista del poder de los comunistas. Para lograrlo,
los comunistas respaldarían cualquier movimiento que creara
tensiones dentro de la sociedad”
“ La
revolución esperada por Marx y Engels estalló en 1848, pero contra
lo que habían preconizado ambos no trajo consigo la victoria del
proletariado y la aniquilación de la burguesía, sino resultados muy
diversos. Entre 1848 y 1852, no solo las revoluciones fueron siendo
sofocadas, sino que además Luis Bonaparte dio un golpe de estado en
Francia, iniciando el II Imperio, la cual se produjo la disolución
de la Liga de los comunistas. Como pronóstico del futuro inmediato,
las líneas redactadas por Marx y Engels no podían haber resultado
más fallidas”
“A
más largo plazo sucedió lo mismo con la visión científica que
Marx y Engels afirmaban haber descubierto. A lo largo de décadas,
los países capitalistas más avanzados no solo alejaron el fantasma
de una crisis que provocara el desplome del sistema, sino que
acabaron por primera vez en la Historia con el trabajo infantil.
Lograron no solo que las clases medias no se proletarizaran, sino que
el proletariado se convirtiera en clase media”
“La
palabra ”fascismo” no es comprendida,
lamentablemente, por la mayor parte de la población mundial. La
izquierda la convirtió en un término mordaza que lo mismo servía
para denigrar a Ronald Reagan y a Margaret Thatcher que a las
políticas conservadores o clásicamente liberales.
Tildar a alguien de fascista implica estigmatizarlo y denigrarlo,
sacarlo del debate social y condenarlo de la misma manera que los
regímenes fascistas quedaron condenados por su derrota en
la
Segunda Guerra Mundial”
“Esa
conducta puede tener réditos en el terreno de la
propaganda y de la lucha política, pero presenta como un gran
inconveniente el no ver hasta qué punto muchas de las políticas
seguidas en el seno de las democracias, especialmente por las
izquierdas, son abiertamente fascistas”
“Tras
una victoria electoral innegable, Mussolini mantuvo la monarquía,
pero desarboló el sistema parlamentario instaurando
una dictadura que suprimió los partidos políticos, las libertades y
cualquier asomo de sistema representativo. Sin embargo, la oposición
política fue muy escasa hasta el punto de que Mussolini no tuvo que
recurrir durante años a medidas represivas extremas y se limitó a
encarcelar o desterrar a unos centenares de opositores. La Iglesia
católico-romana y la monarquía lo apoyaban, pero, por encima de
todo, Mussolini era respaldado por grandes masas populares que no
habían tenido problema alguno en cambiar su libertad por el disfrute
de leyes socialistas”
“Solo
su deseo de crear un Imperio italiano invadiendo en
1935 Etiopía colocó en su contra a una parte de la comunidad
internacional. Ese repudio fue el que impulsó a Mussolini a aliarse
con un hombre al que despreciaba: Adolf Hitler. Fundador del
nacional-socialismo alemán, una versión germánica del fascismo,
Hitler también había llegado al poder democráticamente y había
comenzado un gobierno de intervencionismo estatal que acabó
convirtiéndose en dictadura. Al final, la derrota de Hitler en la
Segunda Guerra Mundial provocaría también la de Mussolini y su
muerte en 1945”
“Como
en la Antigua Grecia, la creación de enormes masas clientelares
encantadas por los supuestos beneficios sociales habían terminado
por acabar con sistemas parlamentarios y democráticos instituyendo
dictaduras”
“Las
enormes masas subvencionadas en Hispanoamérica, los inmigrantes —
no pocas veces ilegales — de origen hispano en Estados Unidos y de
origen musulmán en la Unión Europea, los sectores de población —
no pocas veces étnicos — receptores de ayudas sociales que puedan
inclinar su voto hacia determinadas opciones políticas son los
arietes, no pocas veces inconscientes,
lanzados
contra el sistema democrático con la finalidad de colapsarlo de la
misma manera que sucedió en la Antigua Atenas”
Continuará...
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