jueves, 12 de noviembre de 2020

UN MUNDO QUE CAMBIA -21

 




Continuo acercándoles unos párrafos del capítulo 19 de “UN MUNDO QUE CAMBIA” de César Vidal. Con toda seguridad... indispensable para entender el presente en el que vivimos:



La agenda globalista, impuesta por todos los medios, incluidos el fraude ley y el golpe de estado, ha terminado provocando reacciones

Como en su día, señaló el presidente Trump, el enfrentamiento político en la actualidad es el que opone a globalistas y patriotas”

* Insistir en la idea de “La Guerra Fría o de las derechas y las izquierdas (un concepto que viene de la última década del siglo XVIII) es no comprender nuestro mundo en cambio. En las siguientes páginas, nos detendremos en tres políticos (en la Unión Europea, Hispanoamérica y los Estados Unidos) que encarnan ese enfrentamiento entre patriotas y globalistas y que, a su vez, respeten el sistema democrático”

El primer ejemplo es Viktor Orbán, el actual primer misnistro de Hungría. Aunque los medios (de manera fácilmente comprensible) suelen atacar a Orbán motejándolo como político de extrema derecha, la realidad es que la extrema derecha cuenta con una escasa representación en el Parlamento húngaro donde Orbán cuenta con un respaldo de dos tercios de los escaños”

La política de Orbán es, sustancialmente, patriota y coloca los intereses nacionales por encima de la agenda gloobalista. Se ha negado de manera frontal a asumir cualquiera de los dogmas globalistas incluso ha impulsado políticas profamilia, provida y antinmigración descontrolada. Todo ello se ha visto respaldado, una y otra vez, por colosales victorias electorales y, por supuesto, por ataques despiadados procedentes de los medios, de las instituciones y de los políticos comprometidos con la agenda globalista”

El 1 de enero de 2009, llegaba a la presidencia del Brasil Jair Messias Bolsonaro, político y militar que ya había cumplido siete mandatos en la cámara de diputados. En 2014, Bolsonaro se había convertido en el diputado federal más votado enel estado de Río de Janeiro y tres años después fue considerado por el instituto FSB como el legislador con mayor relevancia en las redes sociales. Como en el caso de Orbán, Bolsonaro ha sido objeto de una campaña mediática y política despiadada en la que se le ha tildado machaconamente de personaje perteneciente a la extrema derecha”

Para colmo, Bolsonaro se manifestó abiertamente contrario a que la Amazonia fuera arrancada de la soberanía brasileña para ser regida por una entidad supranacional como pretenden el presidente francés Macrón y el documento final del Sínodo de la Amazonia. Una y otra vez, Bolsonaro ha aparecido como uno de los opositores democráticos frente a la agenda globalista”

No debería sorprender que defendiendo la familia y la vida y negándose a aceptar la ideología de género, el control del territorio nacional por entidades supranacionales, la inmigración descontrolada y la formación de clientelas políticas Bolsonaro sea aborrecido y reciba un tratamiento acentuadamente negativo de los medios”

En septiembre de 2016, quien escribe estas líneas anunciaba ya en medios europeos que Trump podía alzarse con la victoria electoral. Lo repetiría en medios estadounidenses en las siguientes semanas. Así fue. El 20 de enero de 2017, Trump se convertía en el quincuagésimo presidente de los Estados Unidos”

Debe reconocerse que los desafíos de Trump a la agenda globalista fueron claros y contundentes desde el primer día. Decidido a defender las fronteras, el nuevo presidente prohibió viajar a los Estados Unidos a ciudadanos de varios países de mayoría musulmana por razones de seguridad e insistió en la necesidad de levantar (más bien ampliar) el muro fronterizo con México”

El que, con todo, Trump haya marcado distancias frente a la agenda globalista en áreas como la inmigración ilegal, el derecho a la vida o las tesis de los calentólogos, sumado a la incapacidad del partido demócrata de aceptar la derrota electoral de 2016, han tenido como resultado un acoso contra trump que se ha demostrado, sin embargo, carente de base legal”

Si Trump consigue mantener las cifras de crecimiento y de empleo (realmente excepcionales) obtenidas durante su mandato pasará ocho años en la Casa Blanca. Si la crisis económica le estalla en las manos, podemos llegar a ver situaciones sobrecogedoras”



Continuará...


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