viernes, 6 de noviembre de 2020

UN MUNDO QUE CAMBIA -20

 





Continuo dejando unos párrafos del capítulo 18 de “UN MUNDO QUE CAMBIA” de César Vidal. Sigo insistiendo…, indispensable para entender la actualidad:



Si la Unión Europea se encuentra en una peligrosa senda de disolución cultural impulsada por organismos que carecen de legitimidad democrática e Hispanoamérica corre el riesgo de convertirse en un rosario de protectorados sometidos a la agenda globalista, buena parte de África nos muestra ya el panorama hacia el que podría estar evolucionando la situación mundial. Los medios de comunicación rara vez se refieren a este continente”

sin embargo, en África donde viven más de mil millones de habitantes y se concentran riquezas indispensables para el planeta no existen la democracia, ni la libertad, ni el respeto por los derechos humanos”

Ruanda es una nación que en 1994 se hallaba dividida fundamentalmente en dos etnias. La mayoría hutu que formaba el 80% de la población y la minoría tutsi que apenas llegaba al 20%. A pesar de su carácter minoritario, los tutsis ambicionaban apoderarse del poder en Ruanda e incluso extenderlo a otras naciones en la región africana”

Con esa finalidad, el 6 de abril de 1994, el Frente patriótico ruandés que actuaba en el exilio llevó a cabo el asesinato del presidente de Ruanda que era hutu derribando su avión”

La reacción de una minoría hutu superó la previsión del FPR y, en el curso de un centenar de días, los tutsis asesinados fueron sumando cifras de centenares de miles hasta alcanzar al setenta y 5% de los que vivían en Ruanda. Con todo, la matanza no se limitó a los tutsis y se procedió también al asesinato de millares de hutus que no se sumaron a los crímenes. Por si fuera poco, el genocidio perpetrado contra los tutsis abrió la puerta a que estos invadieran el país al mando de Kagame, sometieran a la mayoría hutu e implantaran una dictadura que llega hasta el día de hoy”

Así, si Francia respaldó a la mayoría hutu en el gobierno de Ruanda, con posterioridad, los Estados Unidos ha apoyado el dominio cruento de la minoría tutsi”

La propia Iglesia católico-romana en Ruanda reconoció que miembros de su clero habían planeado, ayudado y perpetrado el genocidio y que se habían negado a reconocer su complicidad en los crímenes”

Tras dos décadas en que el Vaticano negó el papel de la Iglesia católico-romana en el genocidio, el propio papa Francisco reconoció, tras un encuentro con el presidente ruandés, el tutsi Paul Kagame “fallos” de la iglesia y de sus miembros, un termino ciertamente suave para referirse al genocidio”

Después del genocidio un número espectacular de católicos-romanos ha abandonado su iglesia para convertirse en miembros de una iglesia evangélica”

A día de hoy, Ruanda sigue bajo una dictadura de la minoría titsi, y los crímenes y las violaciones sistemáticas de derechos humanos se siguen perpetrando aunque los medios no digan una palabra al respecto”

La versión oficial ha consistido en cargar todas las culpas sobre los hutus y sobre la pasividad de la ONU. Incluso de manera excepcional, se ha afirmado que Francia, como potencia occidental dominante, también tenía su responsabilidad en lo sucedido”

Finalmente es innegable la responsabilidad de los medios de comunicación que han dado carpetazo al genocidio pasado para olvidar y ocultar la terrible desgracia de la mayoría hutu sometida desde hace un cuarto de siglo a la minoría tutsi”

El genocidio sigue existiendo en naciones a las que se incluyen en la lista de las democracias solo porque existen varios partidos y se celebran elecciones cuando, en realidad, no pasan de ser protectorados donde puede llegar a estallar una matanza masiva. Esos protectorados, en ocasiones, constituyen incluso imperios coloniales”

Para muchos, África aparte de ser un continente lejano y desconocido es un lugar, donde, tras la Segunda Guerra Mundial, desaparecieron, más o menos tarde, todos los poderes coloniales”

África es, a lo sumo, una media verdad porque el continente, con los matices y excepciones que se deseen, está sujeto en buena parte a un régimen neocolonial en el que las nuevas naciones no pasan de ser protectorados. Es el caso de la denominada Françafrique o Franciafrica”

A través de acuerdos que no pocas veces se suscribieron en secreto, las nuevas naciones africanas sometieron su economía, su moneda, su cultura, su ordenamiento jurídico y sus fuerzas armadas a Francia”

En lugar de independencia, lo que tuvo lugar fue la sustitución del colonialismo antiguo por un colonialismo nuevo”

Francia ha gastado en estas décadas distintas sumas en ayuda al desarrollo. Sin embargo, al cabo de más de medio siglo, todas esas naciones continúan siendo dependientes y extremadamente pobres. La razón fundamental es que el dinero que, a través de los impuestos, es arrebatado a las clases medias francesas no va a parar a los miserables africanos, sino a las castas políticas corruptas”

No debería sorprender que este dominio neocolonial no sea bien visto por los africanos. A decir verdad, la mayoría contempla con mejores ojos la presencia china y existe un riesgo real de que la Françafrique pueda verse sustituida por una China-africa siquiera porque las condiciones que ofrece China a los países africanos son mejores y no van unidos a ambiciones de dominio colonial. Mientras tanto, África es, en no escasa medida, una cadena de protectorados en los que no es concebible ni la libertad ni la democracia”

Suráfrica es uno de los fracasos más colosales sufridos por la política occidental en el continente africano y una muestra estrepitosa de los resultados del autoengaño occidental”

Para entender todo, resulta obligado remontarse a más de un siglo atrás, al año 1912, cuando fue fundado en Suráfrica el Congreso Nacional Africano. Se trataba de un partido de corte nacionalista con fuertes vinculaciones con el Partido Comunista y cuyo dirigente más señalado era Nelson Mandela”

El Congreso Nacional Africano optó por la realización de actos terroristas como una estrategia adecuada para acabar con el régimen de appartheid, lo que determinó que Mandela y alguno de sus compañeros fueran encarcelados en 1964” “El propio Mandela estaría en prisión por esa causa veintiséis años”

Pero las presiones internacionales acabaron llevando al final al régimen de appartheid, y en 1990, el Congreso Nacional Africano dejó de ser un partido clandestino, iniciando una toma del poder en Suráfrica que no ha tenido pausa y que se sustentó, en buena medida, en la trasformación de Mandela en un ícono de alcance internacional”

La situación económica de Suráfrica solo puede calificarse como desastrosa, y son varios los estudios que señalan que su deterioro está resultando más acelerado que el que sufren algunas naciones en guerra”

Por si todo lo anterior fuera poco, el CNA pretende reformar la Constitución para quitar las tierras sin compensación económica alguna a la población blanca, una acción escandalosamente racista que no aparece denunciada como tal en los medios”

El caso de Suráfrica es uno de los más sujetos a la manipulación de los medios de comunicación a lo largo de décadas. Durante años, la figura de Nelson Mandela (al fin de cuentas encarcelado por la comisión de actos terroristas) se vio envuelta en un aura de leyenda que acabó determinando su puesta en libertad, su glorificación y la entrega del premio Nobel de la Paz y de otros doscientos cincuenta galardones honoríficos. El hecho de que, públicamente, reconociera sus vínculos con dictadores como Fidel Castro se ocultó o se minimizó, ya que había sido convertido en un referente mediático. No menos se escondieron las actividades delictivas de su mujer Winnie, que incluyeron las torturas y el homicidio y que se vieron acompañadas por una total impunidad”

Todavía menos se ha querido ver el desarrollo ulterior de Suráfrica. Sin duda, el régimen de appartheid era inaceptable, pero lo que ha venido después no ha sido la andadura de una nación libre, próspera y sin conflictos raciales”

La corrupción rampante del CNA, los asaltos continuos contra blancos nacionales y extranjeros, el deterioro económico acompañado de perpetuos cortes de luz eléctrica, la fuga de inversores extranjeros y ahora el anuncio del saqueo generalizado de las tierras de los blancos convierten a Suráfrica en uno de los países peores del mundo y, con certeza, en uno de los más inseguros y violentos”

Se incensó tanto a Mandela en el pasado, se mitificó tanto la lucha contra el appartheid, se volcó tanto a la opinión pública en una causa mucho más borrosa de lo que parecía a primera vista que nadie, absolutamente nadie reconocerá jamás su error”

No parece verosímil que los que acusaron a gobiernos como el del presidente Reagan por mantener relaciones diplomáticas con aquella Suráfrica vayan ahora a lamentar los vínculos de gente como Mandela con dictadores como Castro o muevan un dedo para evitar la gran catástrofe que se avecina. A fin de cuentas, el mito debe ser mantenido en pie y adorado como un ídolo, aunque el coste sea que la libertad, la prosperidad y la democracia no arraiguen jamás en el continente africano… y den claves para lo que puede suceder en otras partes del mundo si triunfa la agenda globalista”


Continuará...


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