lunes, 25 de mayo de 2009

UNA NOCHE DE CONTRASTES dentro del ciclo: "POESÍA PARA PERDIDOS"

Emilio Quintanilla

Ángel Sobreviela


En “La Campana de los Perdidos” el pasado sábado Fernando Sarría, perfecto maestro de ceremonias, presentó a dos intensos poetas: Emilio Quintanilla y Ángel Sobreviela.


Fue una noche de contrastes muy, muy interesantes.

Emilio Quintanilla, con sus poemas rimados a la perfección y no sólo con las palabras, sino, con el calor humano, la sencillez, y la sabiduría que da la experiencia de vivir la vida. También con la ternura del poeta que consiguió emocionarnos en la noche húmeda Zaragozana. Me encanta el “fifty, fifty” de su voz... elegida entre todas sus voces democráticamente, dijo. Buena elección, porque, sin duda, cómo decía uno de sus poemas "nos llevaste al huerto, Emilio", y nos encantó.

Ángel Sobreviela, con sus poemas, su voz poética, y su encanto personal (sinceramente, me da lo mismo si se trata de prosa poética o poema en prosa) nos hizo retroceder en el espacio y en el tiempo para hablar con otras voces desde Roma…, desde Cimeria y, después…, desde su corazón. También nos recitó unos poemas inéditos y, entre ellos, un poema dedicado al amor… particularmente a su amor (ya perdonarás, Carmen, pero se leía tu nombre en su mirada) y es precioso. Ángel triunfó y se palpaba en el ambiente y en su sonrisa. Es la primera vez que le he visto sonreír y mereció la pena. Verdaderamente, te lo mereces, Ángel.

Los dos estuvieron soberbios e hicieron disfrutar de lo lindo a los allí presentes y, además, mi felicitación más sincera para el grupo musical "Nadie". Cómo os lo diria... se salieron del escenario... con alarma relogera y todo. Sensacionales y, ya, imprescindibles en las noches mágicas de “Poesía para Perdidos”
Mi enhorabuena a los poetas E. Quintanilla y Á. Sobreviela y... a "Nadie", porsupuesto.

2 comentarios:

Ángel Sobreviela dijo...

Bien, Loli... ¿qué puedo decir? Te estoy inmensamente agradecido por el afecto de tu crónica y de tus palabras.
En efecto, es un viaje en el tiempo aquello que puedo aportar con lo que escribo, pero aún más una huida fuera del tiempo, o una derrota del mismo.
Justamente, el tiempo se detuvo para mí esa noche. Y es que se cumplía un año desde que fui por primera vez a La Campana y conocí el lugar.
Abrazos.

Doberka dijo...

Gracias por tu visita, Ángel.
Mis palabras sólo son un pequeño reflejo de lo que me hacéis disfrutar con vuestro trabajo. Aunque a falta de una retórica más culta que, desgraciadamente, no poseo ellas nacen siempre del sentimiento más sincero.
Feliz aniversario y enhorabuena de nuevo, Ángel.
Un abrazo para ti y otro muy fuerte para Carmen, sin duda, una gran mujer y una poeta maravillosa.