lunes, 21 de septiembre de 2009

PLETÓRICO JUEVES


Poética… audiovisual… y pletórica tarde-noche la del pasado jueves en Zeta. Ciudad musical y literaria donde las haya. Música y poesía abrazaron imágenes que llegaron a un público con sed artística en las venas. Con ganas de sentir y sentirse bien. Y muy bien.
Muy, muy bien fue el estreno de Natural Aragón 2.0 desde El Aula de medio Ambiente Urbano, La calle Indiscreta.
Muy… muy, pero que muy bien estrenado y presentado por EXPERIMENTOS IN DA NOTTE, ÁNGEL GUINDA Y MANUEL VILAS.

Bravo, bravo… y bravo! por Octavio, Pablo, Luís y Richy, componentes del grupo "Experimentos in da notte", por colmarnos de vértigo y música, palabras y versos.
Definitivamente, Sergio, estaba tan cerca de vosotros como del pájaro que volaba por encima del paisaje. Ese pájaro de largas alas y altos vuelos. Sois geniales y simpáticos de principio a fin… y eso es muy, muy importante.

Ni la distancia ni el tiempo ni la fiebre ni la nada impidieron que Ángel Guinda nos recitara algunos de sus magníficos y útiles poemas y, como siempre, nos deleitara con su interesante y agradable presencia. Bravo, maestro!!!

Y bravo…! bravísimo por Manuel Vilas, porque aunque recitó al final del acto, eso no significa que sea el último, sino al contrario, Manuel es “El poeta” y como tal, siempre va a la cabeza (ya está dicho), y marcando el ritmo que Experimentos in da notte propuso para sus poemas. Trepidante ritmo al que fue capaz de recitarnos varias de sus grandes poesías. Gracias por ser y estar, Manuel. Y gracias por hacernos sentir felices.

Pero la noche no terminó ahí, no. Me tomé un vinillo tinto al término de la sesión audiovisual y brindé por el gran esfuerzo de todos los implicados en el acto y su efecto me acompañó durante todo el trayecto que va desde La Plaza de España hasta El Paseo de Sagasta, o sea, que me subí al autobús de la línea del 33 ¿para qué? Para asistir a otro recital que ofrecían en el Candy Warhol. Sí, más poesía de boca y mente de dos poetas y personas maravillosas: Miguel Serrano y Nacho Tajahuerce. Después, bajé del autobús y paseé un rato por las calles de Zeta ¿para qué?, sencillamente, tenía tiempo y... necesitaba hacer sitio en mi corazón para recibir tantas emociones juntas en una misma tarde-noche. Las necesitaba. Son mi energía. Y necesitaba cargar mi despensa de todas ellas ¿para qué? Para estar con vosotros. Y, además, me gusta pasear lentamente mientras cae la lluvia.

Llegué cuando el local estaba prácticamente vacío, aunque no tardaron en llegar más invitados, poetas y amigos de los artistas... y amigos míos... y de todos, por supuesto.
Mientras esperaba estuve hablando con los camareros del Candy Warhol, ambos muy amables, por cierto. Y también tuve la oportunidad de saludar al dueño del local. Unos momentos más tarde, al presentamos, resultó ser Fernando Frisa. No lo conocía y de verdad que fue un placer conocerlo. Es un hombre agradable y encantador, al igual que su pareja. Después he sabido de su faceta musical. Es inabarcable la inculta capacidad que hay dentro de mí, de ahí que el asombro ante tantos descubrimientos en mi vida sea continuo.
Por fin fue llegando todo el mundo, incluidos, los protagonistas: Miguel Serrano y Nacho Tajahuerce. Pletóricos todos por el acto poético en sí mismo y, bueno, también (que todo hay decirlo) por la victoria española en el partido de baloncesto, que acababa de terminar, y eso siempre es bueno para los aficionados del deporte y para todos en general.

Miguel y Nacho comenzaron a recitar sus espléndidos poemas pasándose el micrófono como buenos compañeros que son y como, minutos antes, lo hacían con el balón la selección española de baloncesto, pero más difícil todavía: con un sólo foco y…bien, muy bien por ellos...!bravo y bravo!, porque supieron dar lo mejor de sí mismos y entregarse a un público expectante y hambriento de emociones como el que asistió en el primero de los recitales de los jueves de esta nueva etapa de “Poesía en el Candy Warhol” en el que Fernando Frisa, como buen anfitrión, dirigió unas palabras de bienvenida con las que puso el broche poético a una tarde-noche pletórica.

Gracias a todos por todo lo que dáis.

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